sábado, 23 de noviembre de 2013

Lo que hemos de explicar a las chicas

Por: | 22 de noviembre de 2013
Violencia homenaje
Creíamos que el machismo estaba de retirada, y ahora vemos que no. Que la violencia de género retrocedería cuando se aplicaran las medidas previstas en la legislación integral que la combate, y nos encontramos con que no solo no disminuye sino que cada vez afecta a mujeres más jóvenes. Creíamos que los estereotipos de género desaparecerían conforme las nuevas generaciones fueran educadas en la igualdad, y ahora vemos que siguen muy vivos, y en expansión, entre una parte de los adolescentes. ¿Qué ha pasado? ¿Qué hemos hecho mal? Si las causas son complejas, las soluciones no pueden ser ni sencillas ni unívocas, pero hemos de reconocer una cierta perplejidad por lo que ocurre. Seguramente no tiene sentido culpabilizarnos de algo que realmente controlamos muy poco, pero es hora tal vez de preguntarnos qué podemos hacer que no hayamos hechos, qué ha fallado en los enfoques aplicados hasta ahora para que los casos judiciales de violencia machista en adolescentes hayan aumentado un 30% en dos años y para que el maltrato no solo esté presente en las relaciones entre chicos y chicas supuestamente educados en el respeto mutuo y la igualdad, sino que esté aumentando.
Así lo indica un estudio dirigido por Maria José Díaz Aguado, en el que se ha encuestado a 8.000 adolescentes en 2010 y 2013. Según este trabajo, el 10,5% de las chicas de 14 a 19 años declaran haber sido objeto de malos tratos por parte de sus novios, cuando en 2010 eran el 9,6%. Un 6,2% declaran además haberse visto obligadas a prácticas sexuales que no deseaban, un 14% han sido amenazadas por su pareja hasta el punto de sentir miedo y un 23% han sido humilladas e insultadas.
Así empiezan muchas relaciones de maltrato. Hay que tener en cuenta que la edad de inicio en las relaciones, incluidas las sexuales, es cada vez más temprana, 13 años en este momento. Pero no por comenzar antes tienen mayor madurez emocional. Al contrario, una cultura sobreprotectora como la nuestra, no solo no ayuda a madurar, sino que tiende a infantilizar las conductas. El contraste entre una mayor precocidad en las relaciones y una mayor inmadurez hace que las chicas sean mucho más vulnerables. Las primeras relaciones son además muy importantes, porque en ellas se establecen los patrones de conducta de la vida adulta. No es casualidad que cuando emprenden nuevas relaciones, muchas mujeres maltratadas tiendan a hacerlo con hombres maltratadores. Los dos buscan inconscientemente relaciones de colusión. Ellas desarrollan un patrón emocional de dependencia y ellos eligen un perfil de mujer que se acople a su ansia de dominación.
Contrariamente a lo que podiamos esperar, los estereotipos machistas no están en retirada. Siguen ahí, entre los jóvenes: un 36,3% de los adolescentes piensan que los celos son una expresión de amor y un 11,7% de los chicos creen que está bien que los hombres salgan con muchas chicas, pero no al revés. Violencia mascaras
Porque la próxima víctima de los malos tratos puede ser nuestra hija, nuestra sobrina, nuestra alumna, hemos de enseñarle a identificar los lazos ocultos que pueden derivar en una relación de dominación y maltrato, para que pueda “cortar con los malos rollos” antes de que sea demasiado tarde.
1. Hay que decirle que los celos no son una prueba de amor. Que no ha de sentirse halagada cuando él quiera controlar con quien habla o qué hace en cada momento del día. Que no es normal que quiera separarla de sus amigos, que le pida el teléfono para ver quién la ha llamado o a quien ha llamado ella, y menos aun que le pida que le haga una videollamada cada vez que se va de compras con sus amigas, porque lo que realmente quiere es asegurarse de que está con ellas y no en otra parte. Que no es verdad que la controla tanto porque la quiere mucho, y desde luego no ha de creerle cuando le dice que no quiere que se relacione con nadie más porque ella es "su tesoro" "la razón de su vivir", porque lo que en realidad le está diciendo es que la quiere sumisa, sin vida propia y solo para él.
Hemos de decirle que cuando la hace callar, no es que la quiera proteger de meter la pata, sino que lo que piensa no le importa y aunque las primeras veces tal vez lo haga entre mimos y arrumacos -“peque, eso no es así”, “nena, estás equivocada”-, pronto pasará a la displicencia y el desprecio. Que cuando menosprecia su opinión y la humilla ante los demás, no es porque ella haya dicho o hecho una tontería, sino porque él no soporta que brille más. Y que por mucho que le diga que ha de reinar entre ellos la máxima confianza, que todo ha de ser transparente, sus claves de internet son personales e instranferibles y él no tiene porqué entrar en sus cuentas. Hemos de decirle que el amor no debe estar reñido con la libertar y la independencia, y si lo está, no es amor. Que si la quiere de verdad, ha de quererla libre e independiente. Y si no es así, es que la quiere como quiere un objeto de su propiedad: suya, entregada, dominada, anulada.
PeticionImagenCAEON1N22- Si por desgracia, ha establecido ya una relación estable con un maltratador, hay que decirle que no va a ser fácil salir de la espiral de la dominación, pero tiene que intentarlo porque le va la felicidad y tal vez la vida en ello. Que puede buscar y encontrar ayuda y que es importante que vuelva a relacionarse con gente que la quiera. Porque hay vida fuera de esa relación.
Hay que hacerle ver que las fantasías de que podrá conseguir que cambie, una y otra vez desmentidas por la realidad, son solo eso, fantasías. Él difícilmente va a cambiar y lo más probable es que, si continúa a su lado, la que acabe cambiando sea ella. Que pronto se va a sentir culpable de todo lo malo que ocurra, y cada vez más atrapada, disminuida y acomplejada, más aislada, más pequeña y más débil. Y al final, él se va a convertir en el astro de su universo, un astro poderoso y caprichoso, del que va a depender hasta para respirar, siempre pendiente de qué humor llega a casa, cómo la mira y cómo interpretará que se ponga esa falta o aquel vestido. El miedo la llevará a esconder cosas por temor a cómo se lo puede tomar él, y eso aumentará sus sospechas y agravará aún más las cosas. Hay que decirle, por fin, que cuando vuelve compungido y arrepentido y jura que nunca más volverá a pegarle, no debe creerle, porque igual que la ha agredido esta vez, volverá a hacerlo. Que el problema no está en ella, sino en él.
3.- Y cuando por fin encuentre fuerzas para intentar alejarse de él, hay que decirle que tiene que ir con mucho cuidado y protegerse, porque ese es el momento más delicado. Cuando perciba que quiere separarse, que ha tomado una decisión, él va a entrar en una crisis de identidad que puede volverse contra ella. Toda precaución es poca en ese momento. Más que nunca ha de evitar confiarse, por mucho que sus maneras en ocasiones suaves le den la impresión de que no corre ningún peligro y que está intentando comportarse para que no se vaya. Y sobre todo, sobre todo, hay que decirle que si en el proceso de separación observa que, junto a las amenazas y agresiones, comienza a expresar fantasías de suicidio, del estilo “si te vas, te mato y me mato”, entonces tiene que salir corriendo. Inmediatamente. Tiene que huir de ese escenario. Ni un día más a su lado, porque el hecho de que verbalice fantasías de muerte puede significar que ha entrado en un proceso psicológico de pérdida en el que ya le da igual lo que pueda ocurrirle; un proceso autodestructivo en el que ni la condena social ni la amenaza penal ejercen ya un efecto disuasorio.
Todo esto hay que explicarle a esa chica que comienza a tener relaciones, porque este es el camino que muchas mujeres han empezado a recorrer siendo adolescentes en el momento en que su chico le ha dicho "haz el favor de no ponerte esa falda, que no quiero que vayas por ahí provocando".

jueves, 21 de noviembre de 2013

La atención psicológica a adolescentes víctimas de violencia se refuerza ante el aumento de casos

La campaña preventiva de la Junta 'No es amor, rompe con la desigualdad' pretende concienciar sobre las relaciones de pareja igualitarias

La consejera de Igualdad Salud y Políticas Sociales ha presentado el Informe Anual de la Violencia de Género 2012.
La consejera de Igualdad Salud y Políticas Sociales ha presentado el Informe Anual de la Violencia de Género 2012.
La Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales reforzará su programa pionero de Atención Psicológica a las Mujeres Menores de Edad Víctimas de Violencia de Género ante el aumento detectado de casos entre las mujeres más jóvenes. Los resultados de este programa han sido destacados por la consejera del ramo, María José Sánchez Rubio, en la presentación en Granada del Informe Anual de la Violencia de Género 2012.
Tal y como ha subrayado la consejera, el programa de atención a menores víctimas, impulsado por el Instituto Andaluz de la Mujer en noviembre de 2012, constituye una iniciativa pionera en España. A través de este programa, se ofrece atención psicológica especializada a víctimas de entre 14 y 17 años y se da apoyo emocional, información y orientación a las madres, padres o tutores de dichas mujeres para minimizar al máximo las consecuencias de la violencia de género y prevenir nuevas relaciones de pareja no igualitarias.
Las mujeres menores se derivan a un equipo especializado de psicólogos que realiza sesiones de terapia individuales y grupales, con el objetivo de restaurar el daño sufrido por las menores en las relaciones que mantienen con los agresores, prevenir recaídas y fomentar las relaciones igualitarias.
De las menores atendidas en el primer año de funcionamiento del programa, el 39,5% tenía 17 años, el 27,1% tenía 16 y el resto menos de 15 años. La mayoría de las jóvenes atendidas (67%) no sólo habían sufrido violencia psicológica, sino también agresiones físicas y violencia sexual.
La puesta en marcha de este programa responde al creciente aumento de la violencia en las parejas jóvenes. En lo que va de año, el 30% de las víctimas mortales de violencia machista en Andalucía han sido menores de 30 años (el 27,3% en España). Desde 2009, se detecta un progresivo aumento de víctimas mortales en los tramos de edad de menos de 20 años (del 0% del total de víctimas en 2009 al 3,8% en 2013) y de 21 a 30 años (del 19,6% al 25%).
Este programa de atención psicológica es una de las líneas destacadas en el Informe Anual de la Violencia de Género 2012, cuyos datos básicos han sido presentados por la consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales.
La lucha contra la violencia de género en la juventud se ha reforzado además con el impulso de la campaña 'No es amor, rompe con la desigualdad', que pretende concienciar sobre las relaciones de pareja igualitarias y que contará con una segunda edición en 2014. Esta campaña potencia el trabajo realizado desde hace años por el IAM en materia de coeducación, que abarca varios programas didácticos dirigidos a la comunidad educativa de infantil, primaria y secundaria, así como a la universitaria.
Transversalidad contra la violencia
Junto a esta línea coeducativa, la consejera ha subrayado el impulso en 2012 a la transversalidad en las políticas contra la violencia de género con acciones como la elaboración del Procedimiento de Coordinación y Cooperación Institucional para la Mejora en la Actuación ante la Violencia de Género en Andalucía.
Este acuerdo, firmado en 2013, ha permitido incorporar, por primera vez, a los agentes sociales (sindicatos y empresas) en un procedimiento institucional para la prevención y actuación frente a la violencia de género. De esta forma, los agentes sociales participan en la elaboración y aplicación de protocolos de actuación ante casos de violencia de género que se puedan detectar desde el propio ámbito laboral.
La consejera ha resaltado también la firma del Pacto Andaluz por la Igualdad de Género, un documento que ha sido elaborado con la "máxima participación de la ciudadanía" y que pone el acento en la protección de menores, en la prevención a través de la educación en igualdad desde edades tempranas y en el refuerzo de la concienciación social.

Un 61% de las jóvenes han sido víctimas de la violencia machista a través del móvil y las redes sociales

Una de cada tres adolescentes ha recibido mensajes que les ha hecho "sentir miedo"

Una de cada tres jóvenes han sido víctimas de la violencia machista a través de las nuevas tecnologías. Así, un 61,7% de las adolescentes aseguran haber recibido mensajes con insultos y otros 36% han sido destinatarias de mensajes que les han hecho "sentir miedo", de acuerdo con dos estudios promovidos por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género y presentados por la ministra Ana Mato.
Por añadidura, el 14,7% de las chicas que han sufrido este tipo de violencia confiesa haber recibido también algún mensaje para presionarlas a participar en actividades de tipo sexual. Y hasta un 16,6% de las jóvenes revela que han visto difundidas imágenes suyas comprometidas o de carácter sexual sin su consentimiento.
Todos estos datos están extraídos de los estudios ‘El ciberacoso como forma de ejercer la violencia de género en la juventud’, elaborado por Cristóbal Torres, catedrático de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid; y ‘La evolución de la adolescencia española sobre la igualdad y la prevención de la violencia de género’, dirigido por la catedrática de Psicología de la Educación de la Universidad Complutense María José Díaz-Aguado.
Entre las principales conclusiones que se desprenden de los informes, en los que han participado más de 8.000 adolescentes y jóvenes de 13 a 19 años, figura el hecho de que las nuevas tecnologías facilitan a los agresores acceder a sus víctimas sin tener contacto directo con ella. Asimismo, Internet y los móviles son instrumentos que propagan los estereotipos sexistas que siguen existiendo en las relaciones entre hombres y mujeres.
La investigación sobre el ciberacoso señala que Whatsapp, Tuenti y las llamadas al móvil son los medios más frecuentes para enviar y recibir mensajes insultantes o amenazantes.

Baja percepción de riesgo

La juventud nacida bajo el signo de las nuevas tecnologías tiene una percepción del riesgo muy baja. Así lo demuestra el hecho de que más de uno de cada cuatro adolescentes (el 28,1%) no consideran una conducta de riesgo responder a un mensaje en el que le insultan. Una proporción similar asegura que colgaría una fotografía suya que sus padres no autorizarían.
Por su parte, el estudio de Díaz Aguado revela que un 73,3% de los adolescentes españoles han recibido alguna vez de un adulto el mensaje de que "los celos son una expresión de amor”.
La experta ha destacado que la población joven concede mayor importancia al atractivo físico entre los valores por los que les gustaría ser identificada. La edad de la primera relación de pareja ha pasado de 13,5 años en 2010 a 13,1 en 2013, lo cual preocupa a Martínez Aguado, pues la precocidad en el mantenimiento de relaciones amorosas incrementa el riesgo de maltrato en adolescencia.

La directora del IAM destaca el papel de la coeducación en las familias para prevenir la violencia de género





La directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Silvia Oñate, ha destacado hoy la importancia de que las familias “participen de manera activa en el fomento de valores educativos igualitarios en la infancia, desde edades muy tempranas, para poder construir una sociedad futura libre de discriminaciones y de violencia de género”, ya que “comprometerse con la igualdad es comprometerse con el futuro”. Según recordó Oñate, la familia es el principal agente socializador que determina la creación de roles y estereotipos, ya que “no sólo educa, sino que  tiene una gran poder de influencia a la hora de elegir otros agentes socializadores que influyen en la formación de los menores, tales como los medios de comunicación, la literatura, el cine, la televisión, los juguetes, los videojuegos y toda la industria del ocio”.

Por ello, ha animado a las familias “a coeducar, que es en igualdad”, para poder erradicar los tradicionales roles y estereotipos sexistas y prevenir la violencia de género en las parejas. La directora del IAM ha subrayado estas palabras durante su participación en una charla sobre 'Prevención de la violencia de género en el ámbito familiar y escolar', organizada por la Asociación de Madres y Padres del Colegio de Educación Infantil y Primaria Jardines del Valle.

Según ha recordado la directora, el IAM “trabaja desde hace más de 30 años en programas de coeducación para el fomento de la igualdad en las familias y la comunidad educativa”. En este sentido, ha destacado que la Junta ha incorporado “medidas tan novedosas como la formación en igualdad del profesorado o la designación en cada centro educativo público de una profesora o profesor responsable en materia de coeducación”. Asimismo, subrayó, Andalucía es la única comunidad autónoma en la que existe la materia optativa en Educación Secundaria "Cambios Sociales y Género", de oferta obligatoria,  en 1º 2º y 3º de ESO. Junto a ello, Oñate ha recalcado el programa del IAM de formación en igualdad para Ampas, que desde su puesta en marcha ha llegado a más de 3.800 madres y padres de alumnado de infantil, primaria y secundaria.

Todas estas iniciativas se complementan cada año, explicó Oñate, con la difusión en los centros educativos de diversos materiales didácticos elaborados por el IAM con el fin de facilitar recursos coeducativos a profesorado, alumnado y familias. 

Finalmente, la directora del IAM ha resaltado los retos marcados para los próximos años por el Pacto por la Igualdad de Género, elaborado con la colaboración ciudadana a través del Consejo Andaluz de Participación de las Mujeres (CAPM), y que, entre otras líneas estratégicas en materia de coeducación, propone incluir en los libros de texto la historia de la lucha por los derechos de la ciudadanía de las mujeres; diseñar programas específicos de coeducación dirigidos a las familias; promover la edición de materiales educativos con criterios de igualdad y lenguaje incluyente; fomentar la formación específica en género dirigida a la formación universitaria y estudios medios; incluir la perspectiva de género en la formación del profesorado; y garantizar la presencia equilibrada de mujeres y hombres en los órganos directivos del sistema educativo andaluz.

Sexismo a golpe de WhatsApp

Los adolescentes replican los patrones machistas que pueden conducir a situaciones de violencia

Las redes y el móvil facilitan las situaciones de control

Las nuevas tecnologías también sirven para vigilar y recortar la libertad en las relaciones de pareja, sobre todo entre los jóvenes. / Santi Burgos

Un 21% de los adolescentes españoles está de acuerdo con la afirmación de que los hombres no deben llorar. Uno de cada cinco cree que está bien que los chicos salgan con muchas chicas, pero no al revés. El 12,8% no considera maltrato amenazar —o recibir amenazas— en caso de que su pareja quiera romper la relación. El sexismo y los estereotipos de género perviven entre los adolescentes españoles. Y el retrato robot de cómo son y cómo viven sus relaciones muestra que, además, no son conscientes de ello. Conocen el discurso y la información sobre violencia de género, pero no la trasladan a su vida. La radiografía es llamativa: el 4% de las adolescentes de entre 14 y 19 años han sido agredidas por el chico con el que salen o salían; y casi una de cada cuatro confiesa que su novio o exnovio las controla hasta el punto de fiscalizar con quién hablan o como visten. Control, relatan, a golpe de Tuenti y WhatsApp.
Los adolescentes españoles, como muestra el estudio Evolución de la adolescencia española sobre la igualdad y la prevención de la violencia de género, empiezan sus relaciones sentimentales cada vez antes. Las inician a los 13 años frente a los 13,5 de hace tres. Y mantienen y alimentan sus relaciones, sobre todo, gracias al contacto a través de las redes sociales o por teléfono. El plan común ya no es bajar a la calle, sino quedar en la Red. El estudio, realizado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid con las entrevistas online a 8.000 menores, muestra que efectivamente se ven menos. Y eso, apunta María José Díaz-Aguado, coordinadora del estudio, les hace estar menos satisfecho con sus relaciones. Y mucho más inseguros.
Un 25% de las chicas dice que su novio o exnovio la vigila a través del teléfono
Esa forma de vivir el noviazgo, creen psicólogos y educadores, unida a que los estereotipos que dibujan al hombre dominante y agresivo como alguien con atractivo y a la mujer como la sumisa, puede derivar en un incremento de las situaciones de control y, con el tiempo, de violencia.
Casos que, a la larga, los chavales terminan normalizando. “Los adolescentes no perciben las relaciones de alarma que muestran esas relaciones abusivas y ese patrón termina alimentándose”, apunta Ana Bella Estévez, presidenta de una fundación de supervivientes a la violencia de género que lleva su nombre. La realidad se percibe en las cifras: el 25% de las chicas asegura que su novio o exnovio la controla a través del móvil; el 23,2% confiesa que su pareja la ha tratado de aislar de sus amistades. Comportamientos y situaciones que Estévez asegura encontrarse muy habitualmente. Su fundación imparte desde hace 10 años talleres en colegios e institutos de Andalucía, y esos seminarios son un buen termómetro para medir el problema. De ahí que esta mujer, que sufrió desde la adolescencia los malos tratos de la que fue su pareja, estime que se ha dado pocos pasos a la hora de frenar la violencia de género en adolescentes.
El estudio de la Complutense, encargado por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género y hecho público ayer, le da la razón. La investigación, que es la continuación de otra realizada en 2010, muestra que en tres años, la situación no ha mejorado. El porcentaje de chicas que afirma haber sufrido agresiones físicas se mantiene. Sin embargo, aumenta en un 7% el número de adolescentes que afirman haber sufrido situaciones de control extremo por parte de su novio o exnovio. Algo más preocupante aún si se analiza que más de un 12% de los adolescentes (chicos y chicas) no consideran como maltrato conductas como que un chaval le diga a su novia con quien puede hablar, dónde ir o qué hacer. También es esclarecedor que a los chicos les cueste más reconocer que ejercen estas acciones y que no las vean tan censurables.
“No identifican estas formas de control como violencia de género hasta que llegan a un punto grave”, explica Susana Martínez, presidenta de la Comisión de Estudios de Malos Tratos a Mujeres. Y la percepción del riesgo o del carácter nocivo de estas acciones es aún menor cuando este comportamiento se mantiene a través de las redes sociales. “Cuando se utilizan mal y de manera inconsciente, las nuevas tecnologías son un elemento de riesgo, porque hay casos en los que, inconscientemente, las víctimas están permitiendo actitudes que se pueden llegar a convertir en armas contra ellas”, sigue Martínez.
Naida S. se ve reflejada en ese caso. Esta joven de 18 años cuenta que hace un año y medio mantuvo una relación con un chico de su barrio. Relata, como muchas otras mujeres que se ven envueltas en la espiral de la violencia o el acoso, que al principio era “la relación ideal”. “Después, cuando los celos y la agresividad me tiraron para atrás y quise dejarlo las cosas se pusieron feas”, relata. Cuando lo dejó, él entró en su cuenta de una red social y se dedicó a mandar mensajes insultantes a conocidos y amigos. “Yo le había dado mis claves, pero nunca pensé que me haría esto. Tampoco que enviaría a gente las fotografías algo comprometidas que nos habíamos hecho”, se lamenta. Finalmente, Naida pidió ayuda a su madre. “Habló con los padres de él y la cosa está calmada, pero yo sigo muy mal”, dice. Ahora participa en un taller de jóvenes que han vivido situaciones similares. No son pocas: el 14,8% de las adolescentes afirma que su novio o exnovio utilizó sus contraseñas para acciones similares.
Pero si la percepción del riesgo es baja cuando se trata de situaciones vividas con las parejas o exparejas, no es mucho mayor si los insultos o amenazas proceden de fuera de la relación; incluso de desconocidos. Un ejemplo: uno de cada cuatro adolescentes no considera arriesgado responder a un mensaje de alguien que no conocen y les ofrece cosas; tampoco ven peligro en responder a un mensaje insultante. Además, un 4,9% de las chicas y un 16,1% de los chicos no creen que haya riesgo en colgar en la Red una fotografía suya de carácter sexual. Es más, el 1,1% de ellas y el 2,2% de ellos afirman haberlo hecho en dos ocasiones o más, según una investigación sobre ciberacoso también hecho público este martes.
La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, reconoció ayer el problema y apuntó que las nuevas tecnologías son “un arma de doble filo”. “Ayudan a combatir la violencia de género [el Ministerio ha puesto en marcha una aplicación especial para ello: Libres] pero también pueden promoverla”, apuntó. Mato, sin embargo, evitó en la presentación de ambos informes entrar en detalles sobre la radiografía social de los adolescentes. No ofreció ningún dato. Tampoco la comparación de la evolución en la sociedad.
Uno de cada cuatro jóvenes publicaría una foto que no aprueben sus padres
Una evolución, sin embargo, que no ha conseguido en absoluto erradicar los estereotipos que alimentan las situaciones de abuso y de maltrato. Siguen justificando la violencia. Casi el 8% de los adolescentes creen, por ejemplo, que si una mujer es maltratada por su compañero y no le abandona es porque no le disgusta del todo esa situación. Y el 12,4% se muestra algo o muy de acuerdo con la afirmación de que para tener una buena relación de pareja es deseable que la mujer evite llevar la contraria al hombre. “Los estereotipos que creíamos superados se reiteran. Los patrones alimentados por la televisión, la literatura, el cine o las relaciones que ven en el entorno, terminan por sumir a muchas adolescentes en el papel de la mujer sumisa y al hombre en el de alguien dominante que debe hacer oír su voz por encima de las de los demás”, analiza la psicóloga Rosa López. “Y eso construye relaciones desequilibradas y nocivas”, concluye. López realiza terapias con adolescentes que han vivido maltrato. También ella cuenta que, desde hace unos años, las nuevas tecnologías juegan un papel de protagonismo creciente en las conversaciones de sus grupos. “Las chicas cuentan por ejemplo que sus novios les leían todos los mensajes del móvil o el correo para saber con quien hablaban o que vigilaban su cuenta de redes sociales”, apunta. “Algunos llegan hasta un punto tal que le piden a su pareja que les hagan una videollamada para ver dónde están o les envíen un localizador de donde se encuentran”, incide. Es lo que los propios menores llaman pruebas de amor. Dar al otro la llave de la vida y la intimidad.
Para la presidenta de la Comisión de Malos Tratos a Mujeres lo peor de esta realidad es que los propios menores no la ven nociva. “Cuando hablamos y tratamos a jóvenes percibimos que si las haces reflexionar te pueden hacer un discurso bien armado sobre por qué no consideran correcto estos comportamientos sexistas, controladores o violentos. Sin embargo, después observamos que de manera inconsciente están asumiendo esos roles”, dice.
Los propios adolescentes explican que los mensajes sexistas les llegan desde su entorno. El 54,3% de los chicos y chicas de entre 14 y 19 años afirman haber escuchado a menudo o muchas a los adultos de su entorno la idea de que para tener una buena relación de pareja deben encontrar a su media naranja para “llegar a ser como una sola persona”. Es decir, la idea de amor romántico que, según los expertos, contribuye a crear relaciones de dependencia. Además, el 36,3% asegura que los adultos de su entorno les han dicho con frecuencia que los celos son “una expresión de amor”.
Ana Bella Estévez se revuelve con la idea. “Hay que ser tajante. Los celos no son amor, son lo contrario al amor”, dice. Esta mujer, que se define como una “agente del cambio para acabar con la violencia machista” apunta que hay que observar, además, los celos en su amplio sentido. “Puede haber celos de las relaciones con los amigos, la familia. Todo ello va conformando una situación de abuso emocional”, explica. ¿Cómo? De nuevo a través del control: de la ropa que las chicas se ponen, de si van a hacer deporte, de qué estudian, de cuánto tiempo dedican a los demás.
“Le di mis claves, pero no pensé que me haría esto”, dice una chica acosada
A Estévez y el resto de expertos les preocupa la radiografía que muestra el comportamiento adolescente. También que se alimenten de mensajes que les llegan de su entorno. Desde los adultos que les rodean hasta las películas o las series de televisión que contribuyen a perpetuar el estereotipo de género. “Muchas veces, las madres o los padres no nos hemos educado en igualdad y somos los primeros que inconscientemente contribuimos a que los roles sexistas permanezcan. Es importante que analicemos qué pasa en nuestra familia, que hablemos con nuestros hijos abiertamente del amor, de las relaciones, de las amistades”, dice.
Todos hablan de la importancia de la educación para frenar el fenómeno. Pero los jóvenes revelan que reciben pocos mensajes en la escuela. El 55,7% afirma que nunca ha trabajado en clase contenidos relacionados con cómo corregir el machismo; el 55,2% cuenta que nunca o casi nunca ha analizado en el instituto las relaciones entre hombre y mujer y cómo resolverlos. Y eso, apunta la presidenta de la Comisión de Malos Tratos a Mujeres, es un paso atrás. “Puede existir un retroceso ideológico o educacional en el combate de la violencia machista, porque lo cierto es que no hay ninguna asignatura que compile contenidos de igualdad. Algo importantísimo”, dice. Lo cierto es que algunas Administraciones e instituciones —como el Instituto de la Mujer— tienen proyectos. Pero o son minoritarios y ceñidos a una determinada región —como los de Andalucía— o están dando sus primeros pasos.
La catedrática de Psicología María José Díaz-Aguado considera que una de las herramientas para erradicar estos comportamientos es hacer un diagnóstico de lo que ocurre para determinar dónde se puede actuar y con qué medios. “La violencia de género no es una fatalidad biológica con la que nos tenemos que conformar. Podemos cambiarla”, añade.

Campaña de la Junta con motivo de la celebración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, el 25 de noviembre:

http://www.juntadeandalucia.es/presidencia/portavoz/084960/campana/junta/violencia/genero?pag=1

sábado, 26 de octubre de 2013

IV Concurso Educativo de Fotografía contra la Violencia de Género 

Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el 25 de noviembre, la Delegación Territorial de Educación, Cultura y Deporte de Málaga y el Instituto Andaluz de la Mujer convocan el “IV Concurso de Fotografía ¡STOP! Violencia de Género” para la elaboración del cuarto calendario educativo digital. Esta iniciativa tiene como objeto sensibilizar a todos los sectores de la comunidad educativa sobre la importancia de trabajar por una sociedad más igualitaria, en la que no tenga cabida la violencia de género, fomentar su corresponsabilidad entre mujeres y hombres y estimular la creatividad de las personas participantes, difundiendo los trabajos a través de un calendario y una galería virtual. El concurso fue presentado por la Delegada Territorial de Educación, Cultura y Deporte de Málaga, Patricia Alba Luque, y la Coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Estefanía Martín Palop, con motivo del día Internacional de la Niña.

A continuación, os presentamos las bases del concurso resumidas, las cuales pueden consultarse más detalladamente ampliando la imagen: 1. Participantes: Podrá participar en el concurso cualquier miembro de la comunidad educativa (alumnado, profesorado, familias, PAS) de todas las etapas educativas de la provincia de Málaga. Sigue leyendo → - See more at: http://lnx.educacionenmalaga.es/valores/#sthash.BxpqwdUc.dpuf

http://lnx.educacionenmalaga.es/valores/files/2013/10/iv-delegada.jpg

martes, 22 de octubre de 2013

U.N. Women's Google ad campaign highlights gender inequality



  
U.N. Women's Google ad campaign highlights gender inequality
Source: Thomson Reuters Foundation - Mon, 21 Oct 2013 10:45 AM

Despite all the talk about women's rights and gender equality and what seems to be an increased commitment by governments and other players in the international community to fight for women's rights, stereotypes remain hard to break. 
A recent, powerful ad campaign launched by U.N. Women, the United Nations body that focuses on women's issues, highlighted how gender inequality is a worldwide problem. 
The adverts show genuine women-related search terms entered into the world's most popular search engine, Google. The results of the searches are quite alarming.



martes, 15 de octubre de 2013

De la impunidad a la horca

Desde la violación de Amanat, la actitud de la sociedad india contra las agresiones a mujeres ha cambiado radicalmente.

 

Antes de la violación de una estudiante de fisioterapia de 23 años en un autobús en marcha en Nueva Delhi por seis hombres, el 16 de diciembre pasado, las agresiones sexuales en India, frecuentes y generalizadas, no eran excesivamente visibles. La víctima, conocida como Amanat (la ley india prohíbe dar a conocer el nombre de las violadas), murió después de 13 días de lucha para superar las graves lesiones internas ocasionadas con una barra de metal. Pero esta vez fue diferente. La enorme ola de indignación que provocó llevó nueve meses después a que se condenara a morir en la horca a los cuatro violadores, en medio de la satisfacción generalizada. Porque, si bien muchos se oponen a la pena capital, lo conseguido es un insólito triunfo: la relativa rapidez y la severidad del veredicto no tienen precedentes en India, donde los violadores salen absueltos, negocian condenas muy leves o incluso se casan con las mujeres a las que han atacado.
El comité asesor, que presidió el expresidente del Tribunal Supremo de India Jagdish Sharan Verma, propuso poco después de la violación una reforma de las leyes sobre delitos sexuales. Se crearon seis tribunales exprés para reducir el plazo de los juicios por violación a ocho o nueve meses. El fondo Nirbhaya recibió 10.000 millones de rupias (aproximadamente 120 millones de euros) para aumentar la seguridad de las mujeres. Las manifestaciones y las marchas a la luz de las velas llenaron las calles de India durante días y a veces acabaron en enfrentamientos con la policía. “Hubo una movilización de masas, gente de clase media, amas de casa, padres —no solo intelectuales y activistas—, todos se manifestaron, independientemente de la ideología, contra un Gobierno complaciente”, dice Shaheen Ahmed, estudiante de artes visuales en la Universidad Jawaharlal Nehru, que participó en ellas. Las estadísticas, los sondeos y la experiencia personal —la Oficina Nacional de Registro de Crímenes indica que las violaciones se han multiplicado por 10 en las últimas cuatro décadas, hasta sumar 24.923 casos registrados en 2012— muestran desde hace tiempo que la violencia contra las mujeres es un problema serio y en aumento, pero fue esa violación concreta la que movilizó al mundo.
La dramaturga feminista Eve Ensler analizó de forma contundente la repercusión, que en parte presenció en persona: “Nunca he visto nada semejante… La violencia sexual irrumpió en las conciencias y llegó a las primeras páginas, nueve artículos en cada periódico a diario, y el centro de todas las conversaciones”, decía en febrero. “India está mostrando el camino al mundo… A partir de ahora será imposible negar la violencia contra las mujeres”. El hecho de que hay otros casos —en particular, los de mujeres rurales o menos privilegiadas— que quedan ignorados es una queja válida en un país tan poblado. Pero Nirbhaya se ha convertido en un símbolo y, tal vez, el principio de algo. ¿Hasta dónde llega la transformación?
La relativa rapidez y la severidad del veredicto no tienen precedentes en un país donde los violadores recibían condenas leves
“No va a cambiar nada de un plumazo. Pero es innegable que está pasando algo distinto a lo que sucedía hasta ahora, aunque solo sea que ahora hay conversaciones diferentes. Los medios de comunicación y los activistas están intentando que el público no se olvide de la violencia contra las mujeres, hay mucho interés en las escuelas y discusiones sobre la violencia sexual en las familias”, asegura Urvashi Butalia, famosa feminista, escritora y editora de Zubaan Books. “Aunque, curiosamente, ninguno de los partidos políticos que se presentaban a las elecciones en Delhi ha hablado del tema. Cuando se debatió en el Parlamento, los políticos hicieron chistes misóginos”.
La apatía política, paralela a la obsesión nacional por los temas de actualidad, no es nada nuevo. Pero una nación que era insensible por necesidad ha empezado, al menos en apariencia, a participar, a exigir que se actúe y expresar un sentimiento como no se veía probablemente desde 2011 (cuando se rebeló contra algo tan endémico como la corrupción), y tal vez continúe hasta las decisivas elecciones del próximo año. La violación en grupo de una reportera gráfica en Bombay, el 22 de agosto, reavivó la indignación nacional y generó más protestas y un pliego de cargos inmediato, mientras aparecían anteriores víctimas de los violadores en una ciudad considerada la más segura del país.
La policía escolta a Akshay Thakur, sentenciado a muerte por la violación de la joven Amanat, a escuchar su condena el mes pasado. / AFP
Quizá haya que esperar aún para que se introduzca la educación sobre la igualdad de sexos —una demanda de los activistas— en las escuelas, los hogares y los sistemas de valores. Mientras tanto, se están poniendo de relieve áreas nuevas o ignoradas, aunque a veces se haga con torpeza: la violación masculina, por ejemplo, que es un fenómeno sobre el que se mantiene un terco silencio, o las falsas acusaciones de violación. Se está haciendo hincapié en la vulnerabilidad de los niños y en la importancia de la ayuda legal. En abril se creó el Consejo para una Justicia Segura, una organización de asistencia legal autofinanciada que ofrece asesoramiento gratuito a supervivientes de la violencia sexual, en especial menores (incluso de un año).
Nuevas iniciativas, como Safecity, han surgido para ayudar a identificar las zonas poco seguras y denunciar delitos de forma anónima. Las acciones individuales, a través de grupos como Gulabi Gang, en los pueblos, empiezan a tener más eco. Proliferan y florecen los foros sobre la política de género. Hay numerosas campañas de concienciación, cuyo propósito es ayudar a las mujeres a reclamar su espacio o mostrar al hombre indio la ironía de los malos tratos presentando a las mujeres como diosas a la vez glamurosas y llenas de golpes. En definitiva, los indios están abordando el problema como una crisis. ¿Pero cómo de mala es la situación? “¿Es posible que, paradójicamente, India [igual que Estados Unidos y Canadá] haya tenido un aumento en las denuncias de delitos contra las mujeres, no porque la situación haya empeorado, sino porque está empezando a mejorar?”, preguntan los economistas Vivek Dehejia y Rupa Subramanya.
Muchos están de acuerdo. El Comisionado Especial de Policía Taj Hassan dice que las denuncias se han multiplicado “por 400”. “El apoyo público que se vio después del 16 de diciembre ha animado a la gente”, coincide Kalpana Vishwanath, de Jagori, el principal centro de recursos para la mujer de Delhi. “Veo que ahora no se preocupan tanto por que otros se enteren”.
Sin embargo, documentar los delitos es complicado. “Hay una serie de problemas básicos de clasificación, como el registro de los dobles delitos [los asesinatos con violación no se clasifican como violaciones] que complican la tarea de establecer cifras”, explica la periodista Rukmini Shrinivasan, que se dedica a recoger datos en el periódico indio The Hindu. No se pueden saber las innumerables violaciones no denunciadas y hay que contar con la falta de registros informatizados, pero están claras varias cosas: “El acoso sexual es una epidemia, pero la violación por parte de desconocidos, no. Hay que dejar de mirar ahí y fijarse en padres, tíos, padrastros; las víctimas suelen conocer a sus violadores”.
Los medios de comunicación, que hasta ahora no se interesaban por las cuestiones de género más que de forma esporádica, han servido también para documentar este giro. “He notado el aumento del número de mujeres que hacen periodismo sobre el terreno, o que son expertas en los aspectos económicos, legales y sociales de la desigualdad de género; la avalancha de noticias sobre violaciones ha abierto un espacio importante. Pero esa cobertura informativa, muchas veces, ha sido desalentadora y sensacionalista”, dice la destacada periodista Nilanjana Roy, autora de un libro de próxima publicación sobre la situación de las mujeres en India. “Las noticias fomentan la idea de las mujeres como víctimas impotentes, se utilizan como excusa para recortar las libertades de las mujeres, a las que se culpa de sus propias violaciones, y hay una escandalosa falta de respeto a la intimidad. India no tiene un problema especial con las violaciones, no más que la mayoría de los demás países; lo que tiene es una inmensa crisis de desigualdad de género, de la que se habla poco, y un problema igualmente terrible, que es la aceptación de la violencia —violencia entre castas, violencia doméstica, violencia contra los sectores económicos más pobres, agresiones con ácido, torturas y muertes por la dote—, con efectos nocivos también para los hombres”.
Este tipo de información se retroalimenta, con consecuencias ambiguas. “Muchos responsables de periódicos me han pedido que escriba sobre la violencia contra las mujeres, y en muchos casos me he negado, porque tenía la sensación de que querían artículos deprimentes y parciales sobre lo aterrorizadas que están todas las mujeres indias”, dice la periodista Kavitha Rao. “Me enfurecen algunas de las informaciones en el extranjero. Un periodista, después de entrevistar en Delhi a una sola niña manipurí que había tenido experiencias terribles, dio a entender que todas las mujeres indias estaban refugiadas en casa, sin atreverse a salir. Meternos a todas en una caja con la etiqueta reprimidas, oprimidas, deprimidas es injusto y engañoso”.
Los problemas de India, además de las violaciones, son la gran desigualdad de género y la aceptación de la violencia
A medida que las mujeres encuentran trabajo y disponen de sus propios ingresos, India está viviendo parte de las revoluciones que vivió Occidente en los años setenta. “Hay más frustración. La gente quiere las cosas deprisa, hay centros comerciales, vacaciones, tantas cosas a las que aspirar, que los cónyuges se consideran fracasados si no pueden proporcionarlas”, dice Deepali Gulati, una madre divorciada cuyo exmarido la golpeaba durante los años de un matrimonio por amor entre dos personas en situaciones distintas: ella procedía de mejor familia y él ganaba menos dinero. El último novio que ha tenido también era violento (aunque de forma indirecta), y ella se enteró de que su madre le había pegado regularmente hasta los 22 años.
Aunque la modernización está engendrando nuevos tipos de igualdad, las jerarquías feudales intrínsecas y las desigualdades económicas siguen presentes. Por ejemplo, en la India urbana hay un enfrentamiento entre hombres menos privilegiados, a veces reprimidos, que sirven y atienden, y mujeres liberadas (sexualmente), pero que no son tan libres. Esos hombres, en una población desequilibrada por el infanticidio femenino —se habla de una proporción de 914 mujeres o menos por cada 1.000 hombres— y que se debate con el conservadurismo, tienen quizá pocos desahogos para su sexualidad. “Existe un inmenso mundo oculto de varones jóvenes que no tienen nada, como en Brasil y Sudáfrica, y eso produce un aumento de la delincuencia en general”, dice Vishwanath. “Dos de los violadores de Delhi estaban casados; este no es solo un problema de hombres que no tienen mujeres a su alcance, aunque somos una sociedad que padece la segregación sexual”.
Sigue siendo una realidad que, aunque las mujeres indias sean capaces de gobernar sus vidas tanto o más que en Occidente, según sus circunstancias personales, hay ciertas libertades básicas que son imposibles para cualquiera de ellas, como el libre acceso a los espacios públicos y la libertad de movimientos por la noche. Suzette Jordan pagó un alto precio por ello. Era una madre soltera que salió a tomar una copa el pasado mes de febrero en Calcuta y que acabó siendo víctima de los cinco hombres que la violaron y de varios personajes públicos que no la creyeron. “El fiscal está encargándose de mi caso, y muchos me están ayudando, pero me siento constantemente intimidada”, cuenta Jordan siete meses después. En junio reveló su nombre, como otras mujeres que en los últimos tiempos han decidido dar a conocer los suyos. “No consigo que me den trabajo ni un apartamento. La gente piensa que arrastro demasiados problemas”.
Jordan recuerda el horror de la denuncia. Los agentes de policía no son famosos por su delicadeza, y rechazó la brutal “prueba de los dos dedos” para someterse a un examen más delicado en mayo. “Fue casi como repetir la violación”. La nueva legislación castiga con prisión al policía que no informe de un caso de violencia contra las mujeres, y la presencia policial es más tangible en Delhi. El jefe policial especial Hassan dice que han aumentado el número de vehículos de 500 a 800, pero la gente sigue siendo escéptica.
La sensibilización ante el problema apenas cala en una policía sin mujeres. “No podemos cambiar nada”, dice un agente
Suman Nalwa, de 43 años, es la nueva comisionada adjunta de la Unidad de Víctimas Especiales para Mujeres y Niños en Nanakpura, al sur de Delhi. Ha trabajado en el programa Parivartan, puesto en marcha en 2005 para sensibilizar a las comunidades de Delhi y a la policía sobre la violencia sexual y para incorporar a más mujeres a la policía (en la actualidad son alrededor del 6%), un programa que según The Economic Times fue “discretamente enterrado” en 2010. La visité la semana pasada. Le mencioné que había llamado al teléfono de ayuda de la policía tres veces, en 2010, 2011 y 2013, y que habían tardado más de una hora en responder. “El tiempo medio de respuesta es de cinco a siete minutos”, dijo Nalwa. Lo repitió cuando le dije que esa no era la experiencia de ninguna de mis conocidas. Más tarde, una fuente de rango inferior mencionó que algunas sugerencias que se habían hecho a los jefes, como la petición de más unidades móviles para el teléfono de ayuda, una unidad más por distrito, 20 o 30 vehículos más, habían sido ignoradas. “No podemos cambiar nada, no somos más que una pequeña parte del sistema del sarkari (gobierno)”, me dijo el agente. Él tenía ambiciones, estaba estudiando y quería que sus hijos prosperen. Le comprendí.
Rajni George es periodista india y editora literaria de la revista Punctum.
Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

 

viernes, 8 de marzo de 2013

8 de marzo - dos vídeos de animación cortitos

Aquí podéis ver dos vídeos de animación en los que las mujeres trabajadoras son las protagonistas (uno con comentarios en inglés y otro simplemente con imágenes).

Si no podéis verlos, pinchad en el título de cada uno de ellos.


Celebrating Working Women: International Women's Day 



El sueño imposible 

jueves, 7 de marzo de 2013

8 de marzo: DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA



El Día Internacional de la Mujer Trabajadora o Día Internacional de la Mujer conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona. Se celebra el día 8 de marzo.
La primera convocatoria tuvo lugar en 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza extendiéndose su conmemoración, desde entonces, a numerosos países. En 1977 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. Es fiesta nacional en algunos países.
El tema del Día Internacional de la Mujer 2013, centrado en la Violencia contra la mujer es: Una promesa es una promesa: momento de pasar a la acción para acabar con la violencia contra las mujeres

Antecedentes

 

La mujer en la antigüedad
La historia de las mujeres en la antigüedad está en buena medida sesgada por quienes la contaban, hombres. No obstante, destacan algunas figuras, unas literarias y otras reales. Así, en la obra de teatro Lisístrata, de Aristófanes, situada en la antigua Grecia (s.V a.c.) se encuentra un referente literario histórico de la lucha de la mujer. La protagonista, Lisístrata, realiza una huelga sexual contra los hombres para forzar que estos pongan fin a la guerra.
La figura de la matemática y astrónoma Hipatia de Alejandría (s.IV-V d.c), asesinada brutalmente, se reivindica como paradigma de la mujer científica y libre, icono de la libertad de pensamiento y la autonomía personal de la mujer.

 

La mujer en la Revolución francesa

Durante la Revolución francesa la mujer tomará por primera vez, de manera colectiva, conciencia de su situación social. Marchando hacia Versalles, junto a los hombres, las mujeres parisinas reclamaron la igualdad social bajo el lema libertad, igualdad y fraternidad. Las mujeres también tomaron conciencia de que en aquel momento la lucha de clases no contemplaba la lucha de género, esto es, la plena igualdad social de la mujer por la que debían luchar. Durante la Revolución francesa se produjeron las primeras peticiones formales de derechos políticos y ciudadanía para la mujer.

 

La reivindicación de la igualdad de la mujer y el movimiento obrero

En sus inicios, finales del siglo XVIII y principios del XIX, el movimiento obrero mantenía una posición tradicional de corte patriarcal en relación con la igualdad de la mujer y sus reivindicaciones. Será a mediados del siglo XIX cuando los movimientos reivindicativos de la mujer tomen fuerza: lucha por el sufragio femenino, la reivindicación de la igualdad, la denuncia de la opresión social, familiar y laboral. Surgieron entonces los denominados movimientos sufragistas, inicialmente de origen burgués, con figuras como Flora Tristán.
Los primeros grupos feministas en el movimiento obrero tendrán como gran aliado teórico el libro de Friedrich Engels, publicado en 1884, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado y surgirán dentro de los movimientos anarquistas que reivindicaban, desde el neomalthusianismo, la procreación consciente del proletariado, la separación entre sexualidad y reproducción, la defensa de la maternidad libre, la liberación femenina, la libertad sexual, la promoción de la planificación familiar, el cuidado de los niños así como el uso y difusión de métodos anticonceptivos artificiales.

 

Cronología de la celebración del Día Internacional de la Mujer

 

Año 1909 y 1910 - Proclamación del día internacional de la Mujer Trabajadora

El 28 de febrero de 1909 se celebró por primera vez en Estados Unidos el Día de las mujeres socialistas tras una declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos.
En agosto de 1910 la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunida en Copenhague, reiteró la demanda de sufragio universal para todas las mujeres y, a propuesta de la socialista alemana Luise Zietz, se aprobó la resolución propuesta por Clara Zetkin proclamando el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, La propuesta de Zetkin fue respaldada unánimemente por la conferencia a la que asistían más de 100 mujeres procedentes de 17 países, entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés. El objetivo era promover la igualdad de derechos, incluyendo el sufragio para las mujeres.


 

Año 1911 - Primera celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora

Como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora se celebró por primera vez el 19 de marzo en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de un millón de personas, que exigieron para las mujeres el derecho de voto y el de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

El incendio en la fábrica de camisas Triangle de Nueva York

Menos de una semana después, el 25 de marzo, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes, murieron en el trágico Incendio en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York. Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos, y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre.


 

Años 1913 y 1914 - Día Internacional del Mujer antes de la Primera Guerra Mundial

En 1913, en el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la primera guerra mundial, las mujeres de Rusia celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de dicho año. En 1914 en Alemania, Suecia y Rusia se conmemora por primera vez, de manera oficial, el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo. En el resto de Europa, las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de marzo para protestar por la guerra y para solidarizarse con las demás mujeres.

 

Año 1917 - Día Internacional en la Unión Soviética

Estando aún en plena Primera Guerra Mundial, en la que ya habían muerto 2 millones de soldados rusos, se produjo la Revolución de Febrero, que marcó la primera etapa de la Revolución rusa de 1917 En la primera mitad de febrero de 1917, el inicio de una hambruna provocó revueltas en la capital Petrogrado, actual San Petersburgo.
El 18 de febrero de 1917, la mayor fábrica de Petrogrado, la factoría Putilov se cerró, quedando 30.000 trabajadores en situación desesperada. Se anunció una huelga; se disparó a los huelguistas y algunas tiendas cerraron, lo que provocó insurrecciones en otros centros de producción.
El 23 de febrero de 1917 se celebró una serie de mítines y manifestaciones con motivo del Día Internacional de la Mujer que progresivamente alcanzaron un fuerte tono político y económico. Incidentes entre amas de casa en las largas colas por conseguir pan se convirtieron en manifestaciones espontáneas contra la monarquía y a favor del final de la guerra. Comenzó así el levantamiento popular que acabó con la monarquía, sin preparación ni coordinación de los partidos revolucionarios.

 

Años 1922 a 1975 - Institucionalización del Día Internacional de la Mujer

Después de la revolución de octubre, la feminista Alexandra Kollontai (que desde su nombramiento como Comisaria del Pueblo para la Asistencia Pública logró el voto para la mujer, que fuera legal el divorcio y el aborto) consiguió que el 8 de marzo se considerase fiesta oficial en la Unión Soviética, aunque laborable. El 8 de mayo de 1965 por decreto del USSR Presidium del Sóviet Supremo de la Unión Soviética de la URSS se declaró no laborable el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Desde su aprobación oficial por la Unión Soviética tras la Revolución rusa de 1917 la fiesta comenzó a celebrarse en otros muchos países. En China se celebra desde 1922, en España se celebró por primera vez en 1936.
En 1975 la ONU comenzó a celebrar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. En diciembre de 1977, dos años más tarde, la Asamblea General de la ONU proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. Esta adhesión de la ONU llevó a varios países a oficializar este día dentro de sus calendarios: Chile en 1977, etcétera.

 

Año 2011 - Centenario del Día Internacional de la Mujer

En el año 2011 se celebró el Centenario del Día Internacional de la Mujer. También comenzó a operar la Entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer, también conocida como ONU Mujeres 
El Día Internacional de la Mujer ha adquirido a lo largo del siglo XX una dimensión mundial para las mujeres del mundo. El movimiento internacional en defensa de los derechos de la mujer es creciente y es reforzado por la Organización de Naciones Unidas que ha celebrado cuatro conferencias mundiales sobre la mujer y ha contribuido a que la conmemoración del Día Internacional de la Mujer sea un punto de convergencia de las actividades coordinadas en favor de los derechos de la mujer y su participación en la vida política y económica.

 

 

Temas del Día Internacional de la Mujer

En el año 2011 Naciones Unidas comenzó a poner consignas dedicatorias a las jornadas del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Estos son los que ha habido:

 Fuente: Wikipedia